PUNTO CON ORGULLO @PueblaFC

Esta tarde en la cancha del Estadio Azul, Cruz Azul y Puebla eran los encargados de dar el banderazo inicial a la jornada sabatina, en un emocionante partido en donde los dirigidos de Pablo Marini se embolsaron un punto importante en calidad de visitante. 

En lo que representaba su tercera visita a la capital, Puebla llegaba a este choque con la consigna de los anteriores cotejos: salir con puntos. Y para lograr este cometido el Profesor Marini durante la primera mitad apostó por una fórmula conocida: quitarle la pelota al rival, maniatar el medio campo y buscar oportunidades hacia el frente. 

Pero enfrente estaba un Cruz Azul volcado hacia el arco de Campestrini, que también salía al campo con el objetivo de llevarse los tres puntos, pero el buen manejo del medio campo poblano y las grandes intervenciones de la zaga, evitaban que los locales adelantaran en el marcador. 

Sin embargo, al minuto 36 los celestes lograrían la ventaja. Christian Giménez tomaba la pelota en los linderos del área para después de par de regates y un disparo con parte externa, mandar a guardar la pelota al arco de Campestrini, esto precedido de un desvío de Patricio Araujo en su intentona por salvar su meta; los primeros 45 minutos no daban para más. 

Ya para el complemento, el Profe Marini decidía hacer reajustes para ir por la igualada. A la cancha ingresaban Jerónimo Amione y Carlos Orrantia, con la única intención de refrescar las ideas al ataque. Estos cambios le permitían al Club Puebla generar más acciones de peligro en el arco de Corona que lograba mantener el cero en su cabaña. 

No obstante, la recompensa no tardaría en llegar para el Puebla. Era el minuto 70, Matías Alustiza recibía la pelota en la media luna del área contraria y con un soberbio disparo de derecha, mandó a guardar la pelota en el arco de Corona; Puebla ya lo había empatado y dicho sea de paso, Alustiza convertía su gol 35 en torneos cortos con Puebla, mismo que lo acomodó como el máximo romper redes en dichas instancias. 

Pero las cosas no terminarían aquí. Ya cuando se jugaba el tiempo de compensación, el silbante Fernando Hernández Gómez decrEteba un penal a favor de La Máquina. El encargado de ejecutar la pena máxima era Vicente Vuoso quien tomó la pelota, le pegó suave con parte interna, para que Cristian Campestrini se lanzara sobre su costado izquierdo de forma excepcional. El partido no nada para más.